(Ruralnet) Nacional. Mayo 2024 se ha destacado por ser significativamente más frío que cualquier otro mayo en los últimos 60 años, presentando una anomalía de temperatura de -2.46 °C, según indica un informe del Servicio Meteorológico Nacional. Este fenómeno se ha observado de manera uniforme en todo el país, marcando un cambio abrupto en las condiciones climáticas desde principios de mes. Durante marzo y abril, se disfrutaron de días cálidos, sin embargo, mayo trajo consigo un frío casi invernal que se extendió por todo el territorio argentino.
El cambio drástico en las condiciones meteorológicas ha capturado la atención en la agenda climática nacional. El análisis preliminar de datos sugiere que, si esta tendencia se mantiene, mayo 2024 se convertirá en el mes más frío registrado desde 1961. Este análisis se complementa con un ranking que incluye los cinco mayos más fríos a nivel nacional, comparando las anomalías de temperatura con años previos como 2007, 1988, 1987 y 2004. Cabe destacar que en los últimos años, los meses de mayo fríos han sido relativamente comunes, con menciones a los años 2022, 2021, 2016 y 2010.
El fenómeno actual no solo es una anomalía estadística, sino que también ha tenido un impacto significativo en la vida cotidiana y en sectores económicos clave como la agricultura y el turismo. Las condiciones climáticas extremas han afectado los cultivos y han reducido el flujo de turistas, quienes suelen visitar el país en esta época del año. Además, las bajas temperaturas han incrementado la demanda de energía para calefacción, lo que podría llevar a desafíos en la gestión de recursos energéticos.
En resumen, mayo 2024 no solo está en camino de ser el mes más frío en seis décadas, sino que también resalta la importancia de monitorear y adaptarse a los cambios climáticos extremos que pueden tener implicaciones profundas y a largo plazo en múltiples aspectos de la sociedad.
Impacto del frío en las provincias y ciudades de Argentina
El aire frío que ingresó a Argentina a principios de mayo ha tenido un considerable impacto en diversas regiones del país, especialmente en el centro y sur. Durante los primeros diez días del mes, la Patagonia registró temperaturas entre 4 y 6 grados por debajo de lo normal, evidenciando un contraste térmico significativo. En contraste, el noreste del país vivió días típicos de verano, con anomalías térmicas de entre 3 °C y 4 °C por encima de lo habitual. Este patrón se modificó a partir del 10 de mayo, cuando el frío se extendió a todo el territorio nacional, aunque con menor intensidad en la provincia de Misiones. Esta provincia es la única que, hasta el momento, ha registrado temperaturas superiores a las esperadas para esta época del año.
El resto de Argentina ha experimentado condiciones anómalamente frías debido a las masas de aire provenientes del Pacífico Sur y de las zonas polares. Este fenómeno ha resultado en temperaturas muy bajas, especialmente durante las tardes. Provincias como Tucumán, La Rioja, Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Chubut podrían finalizar el mes con récords históricos de frío. En estas provincias, ciudades como Córdoba, Río Colorado, Bariloche, San Antonio Oeste, Viedma, El Bolsón, Esquel, Trelew y Perito Moreno también podrían registrar récords mensuales de temperatura mínima.
Dependiendo de cómo se comporten las temperaturas en los próximos días, es posible que más ciudades se sumen a esta lista de localidades con récords de frío. Sin embargo, a pesar de estas condiciones extremas, hasta el momento ninguna localidad ha cumplido los criterios necesarios para ser declarada en ola de frío. Esto indica que, aunque las temperaturas han sido inusualmente bajas para esta época del año, no han alcanzado los niveles críticos necesarios para esta clasificación.
