Cómo es el mapa de Medio Oriente que imagina Israel

Cómo es el mapa de Medio Oriente que imagina Israel

Internacionales.  El gobierno de Benjamín Netanyahu visualiza la posibilidad de reconfigurar los equilibrios de poder en la región con distintos frentes abiertos en la guerra con Hamas, Hezbollah e Irán
Gaza al sur, Cisjordania al este y Líbano al norte. Israel tiene frentes abiertos en casi todas sus fronteras, además de haberse enfrascado en una peligrosa escalada bélica con Irán y sus milicias aliadas.

Para el primer ministro Benjamín Netanyahu y quienes le apoyan, la posibilidad de cambiar los equilibrios de poder y perfilar un nuevo mapa político de la Medio Oriente que permita garantizar su seguridad está más cerca ahora que nunca.

Pero expertos consultados por la BBC consideran que hay otro mapa que el gobierno israelí podría estar buscando redibujar: el de su propio territorio.

En Gaza, el ejército israelí combate contra Hamas y ha forzado el desplazamiento del 90% de sus 2,2 millones de habitantes, mientras que se han producido llamamientos desde el Ejecutivo para que Israel vuelva a ocupar la Franja. La cifra de muertos se acerca ya a los 42.000.

En Cisjordania, el gobierno encabezado por Netanyahu ha aprobado este año la mayor incautación de tierra palestina en tres décadas y ha permitido que colonos judíos extremistas se apoderen con violencia de territorio palestino a un ritmo nunca visto hasta ahora.

En el sur de Líbano Israel ha desplegado ya unos 15.000 soldados, según los cálculos de los medios locales, y ha obligado al desalojo de un centenar de pueblos de la zona, un área equivalente al 25% del territorio del país, según la ONU.

“Creo que está claro que están tratando de establecer la plena soberanía sobre la totalidad del territorio palestino-israelí”, explica a BBC Mundo Roxane Farmanfarmaian, profesora de Política Internacional de Medio Oriente y Norte de África de la Universidad de Cambridge.

Según la investigadora, Israel “intenta claramente avanzar en Cisjordania” y se está adueñando de la Franja “simplemente destruyendo la zona de Gaza y ahora parecen estar haciendo lo mismo en el sur de Líbano”.

Los ministros más radicales del gobierno de coalición que lidera Netanyahu, que abogan por el completo dominio israelí del territorio entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, no han escondido sus intenciones.

Pero esa retórica ya no se circunscribe a los círculos extremistas, sino que cada vez es más común.

Durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, horas antes de que un intenso bombardeo israelí matara en Beirut al líder de Hezbollah, Netanyahu mostró a la comunidad internacional dos mapas de la región con los países vecinos de Israel y una ausencia notable: en ninguno de los mapas aparecían los territorios palestinos.

No es nuevo. El año anterior, también en la sede de la ONU, Netanyahu sacaba otro mapa titulado “El nuevo Medio Oriente”, con los países que han firmado acuerdos de paz o que estaban en negociaciones para normalizar sus relaciones con Israel. Tampoco estaban ni Cisjordania ni Gaza.

Apenas dos semanas después, Hamas lanzó el mayor ataque sufrido por Israel en toda su historia que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados.

Colonizar los territorios palestinos
Según explicó Yezid Sayigh, investigador del Centro Carnegie de Medio Oriente a Alaa Ragaie, del servicio árabe de la BBC, “el nuevo Medio Oriente que Netanyahu trata de imponer en estos momentos consiste en permitir a Israel colonizar el resto de los territorios palestinos”.

Israel tiene actualmente el gobierno más derechista de su historia, una coalición de la derecha tradicional del Likud, el partido de Netanyahu, con formaciones de corte ultraderechista que han sido descritas como supremacistas judías y antiárabes.

Entre ellos está Itamar Ben-Gvir, el ministro de Seguridad Nacional, que en un video colgado en sus redes sociales en junio afirmaba que la única solución para Gaza es “ocupar toda la tierra, asentarse en todo el territorio y fomentar la migración voluntaria a otros países de tantas personas (palestinos) como sea posible”.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que tiene autoridad sobre las políticas de asentamientos del gobierno y que considera Cisjordania como parte del “Gran Israel”, es de la misma opinión:

“Sin asentamientos no hay seguridad”, dijo en un conferencia celebrada en enero, a la que asistieron 12 ministros del gobierno, y en la que se pidió el restablecimiento de las colonias en Gaza casi dos décadas después de que fueran desmanteladas por el gobierno de Ariel Sharon.

(BBC Mundo – La Nación)

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