Uruguay definirá su presidente en un balotaje

Uruguay definirá su presidente en un balotaje

Internacionales.  El candidato del Frente Amplio obtuvo el 43.82% de los votos frente al 26.84% que alcanzó el aspirante del oficialista Partido Nacional. La segunda vuelta será el próximo 24 de noviembre.

El candidato a presidente por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, ganó las elecciones de este domingo en Uruguay. Sin embargo, como el candidato de la coalición de izquierda no alcanzó el 50% más uno de los votos necesarios para consagrarse presidente en esta primera vuelta, se medirá en el balotaje del próximo 24 de noviembre contra el aspirante oficialista, Álvaro Delgado, del Partido Nacional, quien terminó segundo en los comicios de hoy.

Detrás quedó Andrés Ojeda, del Partido Colorado, y los otros ochos candidatos que aspiraban a la presidencia de Uruguay.

Orsi, de 57 años, ganó con comodidad la interna del Frente Amplio en las elecciones primarias del 30 de junio. Su principal competidora fue Carolina Cosse, a quien en la noche de esos comicios eligió como su compañera de fórmula. El respaldo político más grande que tiene el candidato es el del ex presidente José Mujica, quien en esta elección no tuvo una participación tan destacada porque se está recuperando de un cáncer de esófago.

El presidenciable, que era el favorito según todas las encuestas, fue electo candidato a presidente después de ser intendente durante dos períodos de Canelones, el segundo departamento más grande en población de Uruguay. Forma parte del Movimiento de Participación Popular (MPP), el espacio liderado por Mujica, que resultó el sector más votado en estas elecciones y que, por tanto, tendrá la mayor cantidad de diputados y senadores a partir del próximo 15 de febrero.

Orsi votó en la ciudad de Canelones, a 50 kilómetros de Montevideo, antes del mediodía del domingo. Ante los medios, contó algunas ideas que tiene para su eventual Gobierno. Señaló que el país tiene “urgencias” en los temas de infancia, pobreza infantil, seguridad y educación, y aseguró que es necesario convocar a un diálogo multipartidario para encontrar soluciones en esos asuntos.

En cuanto a la política internacional, considera conveniente continuar la línea que Uruguay ha trazado desde la década del 80, cuando se estableció que los vínculos del país con otros estados debían apuntar a la excelencia. Si es electo presidente en noviembre, Orsi espera tener “la relación más correcta” con el gobierno de Javier Milei y contó que su primer viaje será a Argentina o Brasil.

Asimismo, adelantó que, de ser electo, no vivirá en la residencia de Suárez y Reyes, la casa de los presidentes en el barrio Prado de Montevideo. Su intención es, en cambio, continuar habitando su casa en el balneario Canelones Salinas.

Ya por la noche, conocidos los resultados, se presentó ante la militancia y destacó que el Frente Amplio volvió a ser el partido más votado del país. “Nuestro Frente Amplio es nuevamente el partido más votado del Uruguay, somos el partido que más creció en esta elección”, afirmó Orsi, quien destacó que el país “vuelve a ser noticia por su cultura cívica”.

“Es una noche de alegría, de fiesta de la democracia, que hace 40 años de forma ininterrumpida sostiene la república y la libertad, y esta forma de convivencia que tanto debemos agradecer”, dijo el candidato.

Por su parte, su competidor en el balotaje, Álvaro Delgado, aseguró este domingo que piensa mudarse a la residencia presidencial porque considera que eso sería un “simbolismo”. Después de votar pasado el mediodía, el candidato del Partido Nacional contó que en el primer día de trabajo –el 2 de marzo de 2025– convocará a una reunión con los jefes de Policía. “Para el primer día de trabajo tengo la ventaja de que estuve cuatro años en la Torre Ejecutiva. No tengo que hacer pretemporada. Entro jugando”, señaló a primera hora.

Por la noche, tras la difusión de los resultados, en la Plaza Varela, una zona céntrica de Montevideo, Delgado reunió el resto de los partidos del oficialismo (el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente). También estaba el candidato del partido Constitucionalista Ambientalista, Eduardo Lust, que no tuvo los votos para poder acceder a la Cámara de Diputados. En el fondo, un letrero, con la bandera de Uruguay de fondo, rezaba: “Coalición de gobierno 2030″.

En el inicio de su discurso, Delgado agradeció a los militantes de los cinco partidos que estaban encima del escenario, a su familia, “por siempre estar” y a su equipo. El candidato le mandó un saludo “especial” a Yamandú Orsi y a la militancia del Frente Amplio, en un nuevo gesto del civismo político que reina en Uruguay desde hace años.
“Empezamos otra etapa, diferente, con una lógica diferente. Las urnas hablaron y Uruguay se expresó en democracia y libertad. Uruguay dijo que la coalición es el proyecto político más votado de nuestro país”, aseguró Delgado. Recordó que es la cuarta vez que la coalición gobernante es la más votada. Los tres episodios anteriores fueron en octubre y en noviembre de 2019,y en el referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC), una ley emblema del gobierno de Luis Lacalle Pou.

Delgado recordó al presidente al referirse a la formación de la coalición de gobierno, que se formó en noviembre de 2019. “Decían que la coalición venía solo para intentar ganarle al Frente Amplio. En realidad venía a tres cosas: para ganarle al Frente Amplio, para cambiar la realidad y gobernar el Uruguay. Y lo hicimos juntos. Decían que durábamos tres meses y cambiamos el Uruguay y transformamos el país”, señaló.

En ese sentido, llamó a “continuar con el rumbo” del gobierno, del que fue parte durante cuatro años como secretario de Presidencia, aunque con “ajustes”. “Salimos juntos de la crisis. No usamos la crisis como excusa e hicimos lo que había que hacer. Por eso, la espalda que tenemos es lo que nos da credibilidad para pedrile la confianza a la gente”, aseguró.

De cara al balotaje del próximo 24 de noviembre, Delgado apuntó a los votantes que no optaron por ninguno de los partidos políticos este domingo. Alentó a “ir a tocarle el timbre” para que le dé la “confianza” a su candidatura, que es la que asegura la “gobernabilidad”. “Hoy me despojo de mi partido, paso a representar un proyecto político mayoritario en el país que le va a tocar gobernar”, apuntó.

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