Nacionales. El presidente de Argentina, Javier Milei, reiteró su postura de flexibilizar las normas del Mercosur, permitiendo que los países miembros negocien acuerdos comerciales bilaterales con terceros mercados. La propuesta enfatiza la necesidad de revisar las condiciones actuales del bloque regional para fomentar el comercio exterior. Según el mandatario, las actuales reglas del Mercosur representan una carga que obstaculiza la expansión comercial de los países socios.
“Propuse que cada uno de los países tenga libertad de negociar tratados de libre comercio. Si no, el Mercosur se convierte en una carga, y nosotros lo que necesitamos es comercializar, no cerrarnos”, declaró Milei. Este planteo cobra relevancia en el contexto de una prolongada retracción del comercio intrarregional, según indican informes recientes del mismo bloque. A esto se suma la falta de convergencia normativa y la aplicación desigual del arancel externo común (AEC), factores que limitan la integración efectiva.
Flexibilización y nuevas prioridades
Desde su asunción como presidente semestral del Mercosur el 6 de diciembre, Milei ha insistido en modificar la dinámica interna del bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Sin embargo, aclaró que su intención no es abandonar el Mercosur, sino “cambiar las condiciones en las cuales nos relacionamos porque nos estamos perjudicando todos”.
Uno de los puntos centrales en la agenda del mandatario argentino es impulsar un tratado de libre comercio entre Argentina y los Estados Unidos, proyecto que espera materializar tras la asunción de Donald Trump en enero próximo. Milei considera que un acuerdo bilateral con Estados Unidos podría ser un catalizador para abrir nuevas oportunidades comerciales para Argentina.
La propuesta de Milei también retoma un viejo debate dentro del Mercosur: la posibilidad de que los países miembros puedan negociar de manera independiente acuerdos con otros mercados. Actualmente, el Tratado de Asunción impide que esto suceda, dado que las decisiones deben tomarse por consenso y aplicarse de manera conjunta.
Críticas al modelo actual
Milei sostiene que el Mercosur, no ha cumplido con su objetivo de promover el comercio entre los países socios ni con terceros mercados. En los últimos años, el comercio intrarregional ha mostrado una tendencia a la baja, mientras que la falta de armonización normativa y las barreras para-arancelarias han dificultado el desarrollo de un verdadero mercado común.
En su visión, una revisión del arancel externo común y la eliminación de barreras para-arancelarias podrían transformar al Mercosur en una plataforma más eficiente y menos restrictiva. “La agenda puertas adentro es empezar a bajar el arancel externo, eliminar las barreras para-arancelarias, empezar a tratar de que pase de ser una simple unión aduanera defectuosa”, explicó Milei.
Nuevas prioridades para el bloque
Más allá de las cuestiones comerciales, Milei anunció que también promoverá una “agenda de seguridad contra el narcoterrorismo” en el ámbito del Mercosur. Este tema adquiere relevancia tras la reciente incorporación de Bolivia como miembro pleno en agosto de 2024. El mandatario destacó la importancia de implementar controles comunes como una medida clave para fortalecer la seguridad regional.
Aunque las propuestas de Milei encuentran eco en ciertos sectores, también generan controversias entre los socios del bloque, especialmente en aquellos que priorizan la integración regional frente a acuerdos unilaterales. La posibilidad de flexibilizar el Mercosur plantea interrogantes sobre el equilibrio entre soberanía comercial y cooperación regional.
El contexto político
El debate sobre la flexibilización del Mercosur no es nuevo, pero adquiere una nueva dimensión con la llegada de Milei al poder. Históricamente, las posturas de los mandatarios del bloque han variado en función del signo político de sus gobiernos, lo que ha dificultado la concreción de cambios estructurales. La propuesta de Milei llega en un momento en que el bloque enfrenta desafíos importantes, tanto en términos de competitividad como de integración.
En este marco, las próximas reuniones del Mercosur podrían ser decisivas para definir el rumbo del bloque. Si bien las intenciones de flexibilizar las normas encuentran resistencia, también generan expectativas sobre un posible nuevo modelo de integración más abierto y pragmático. El desenlace de este debate podría marcar un punto de inflexión en la historia del Mercosur.
(Infobae)