Nota de opinión de Mariel Cinirella, presidenta del Concejo Deliberante de Patagones. Fue ese sabio Coronel del otrora glorioso Ejército argentino el dueño de la frase “No tires piedras a los techos ajenos cuando el tuyo es de cristal”.
Como casi todo en su manual de Conducción Política, nada tiene desperdicio, siempre repetía que cuando le hablaba al pueblo, más que órdenes, impartía consejos. En estas épocas tan agitadas, es saludable recordar algunas de sus palabras pronunciadas en el discurso de Plaza de Mayo el 15 de abril de 1953: “Lo que más pesa para los hombres de conciencia es la responsabilidad, nadie puede imaginar el peso ciclópeo de la responsabilidad de realizar con bien, los destinos del pueblo y los destinos de la patria”.
Es claro que sin responsabilidad se diluye la representación política ante quienes los votaron, porque se rompe un pacto, se traiciona la voluntad popular.
En los años 90 del siglo pasado, cuando la política nacional comenzó a sucumbir entre los yuppies y la des-ideologización, a alguien se le ocurrió anunciar que “el Concejo Deliberante es la caja de resonancia de la sociedad”. Nunca dos frases hechas, casi de manual, cayeron tan bien para graficar la situación del Honorable Concejo Deliberante de Patagones.
Es oportuno, antes que permitir que se siga con una grosera falsedad, que lo de “honorabilidad” está relacionado con la creación de estos estamentos, cuando el país venía de guerras civiles donde las diferencias político partidarias se pagaban con la vida. Entonces, para pacificar y evitar detenciones abusivas, se impuso el fuero para diputados y concejales, así pues, se los resaltaba por su “honorable” proceder y pertenencia.
En la actualidad, es vital volver a remarcar lo que Perón sostenía sobre la responsabilidad, particularmente en el manejo de la información y el ejercicio de los cargos públicos. Hoy aparecen comunicadores e incluso ciertos militantes llamados dirigentes que creen que todo es lo mismo, confundiendo a la opinión pública, insultando y agraviando por doquier, creyendo que la libertad de expresión les permite actuar con cierta impunidad para perpetrar operaciones de prensa con la intención de perjudicar o ensuciar a quienes no piensan del mismo modo.
En la sesión del día miércoles hubo una clara intencionalidad política del partido Juntos, hoy opositor, de buscar la asunción del señor Rappanelli, cosa que no correspondía por reglamento como se ve en la sesión emitida, lo que constituye una seria irregularidad.
Los señores concejales de (Juntos, no juntos por el Cambio) en su plena facultad y habiendo blanqueado su intención primaria de abandonar la sesión, así lo hicieron, a lo cual, al no haber quórum se suspendió la sesión. En ese contexto, no hubo ninguna discusión con nadie ni primó ninguna situación familiar personal, etc., simplemente nos condujimos según el reglamento.
Por su organización, el Deliberante maragato debe sesionar si o si cada quince días, en un sistema donde se está transformando a cada sesión en una reunión de Comisión por cada tema. Esa dinámica resulta imposible de sostener. Ninguno de los 16 ediles está capacitado para, boca en jarro, abordar todos los temas. Para eso se inventaron las Comisiones y las asesorías, donde las tecnicaturas, las profesiones y especialistas pueden aportar elementos y certezas para el mantenimiento del bien común.
En lo que va del año 18 sesiones lleva el Concejo Deliberante de Patagones. ¿Cuál es el problema que debemos resolver aquí? Será la actuación de Mariel Cinirella o la clara intención de una oposición donde es más fácil trasladar lo tratado en el Concejo con supuestos informes a los medios (mal o bien intencionados) o, por el contario, discutir sinceramente y trabajar en el marco de lo que corresponde como oposición y oficialismo con respeto y responsabilidad para fortalecer los valores democráticos.
Jamás me até a un cargo, de la misma manera que tampoco permití que se mintiera o dijeran cosas que no vienen de mi persona. Por eso remarco la necesidad de respeto y diálogo.
Entiendo que sin tener siempre temas de fondo, con todos hablando de todo, el resultado es este: un aquelarre.
Debería el Cuerpo, tan proclive a sostener algunos recuerdos algo pecaminosos, darse un tiempo de análisis para pensar un proyecto que incluya como propuesta la idea de alcanzar eficiencia en sus formas y modos. Con responsabilidad se torna probable.
Pero también es cierto que la institucionalidad es lo más sagrado en un sistema tripartito de gobierno reconocido en el republicanismo. La calidad democrática se fortalece cuidando los estamentos institucionales y respetando la función que cumple cada integrante dentro del Concejo Deliberante.
Volviendo al comienzo, es preciso recordar que Juan Domingo Perón es el dueño de la frase sobre los techos de cristal.
Si los propios protagonistas no se dan cuenta que ellos mismos están alimentando al monstruo que los devora desde los pies, estallará el cristal y no habrá techo para nadie.
Y ya será tarde.